Baburizza: su faceta política
Aunque nunca fue un politico en un sentido partidista, Baburizza se involucró activamente en asuntos relativos a su natal Croacia, en aquel entonces parte del imperio austrohúngaro.
La I Guerra Mundial supuso para los croatas radicados en Chile y el mundo una amenaza al anhelo de libertad: el llamado a enrolarse en el ejército imperial.
La indignación acaecida tras este llamado era justificable: los croatas fueron llamados a defender un trono que los había oprimido durante cientos de años y que precisamente los había motivado a emigrar.
Por ello, los inmigrantes croatas, serbios y eslovenos de todo el mundo se unieron en torno al Comité Yugoslavo de Londres, institución respaldada por los países aliados que buscaba unir a todos los pueblos eslavos del sur en una sola nación.
Esta situación fue el preámbulo de algo muy importante que acontecería en Chile.
Mientras en Europa se sucedían los horrores de la Gran Guerra, Antofagasta fue testigo de un importante congreso al cual asistió una delegación de representantes croatas pertenecientes a diversas ciudades de América del Sur: Buenos Aires, Uyuni, Oruro, Iquique, Magallanes, Cerro Pasco, Comodoro Rivadavia, Tocopilla, Taltal, Santiago, y Valparaíso.
Nació así en enero de 1917 la Defensa Nacional Yugoslava, institución cuyo principal propósito fue apoyar económica e intelectualmente la creación de un estado yugoslavo unificado.
¿Qué ciudad albergaría la sede central de la DNY? ¿Antofagasta? ¿Punta Arenas? ¿Iquique? Finalmente, Valparaíso fue la ciudad designada para este propósito. La razón es clara: en áquel entonces, Pascual Baburizza tenia su centro de operaciones financieras en este importante puerto chileno.
Cosa no menor, el presidente elegido de este congreso fue precisamente Pascual Baburizza, y de quien indican los historiadores, más ingresos recibió el Comité Yugoslavo de Londres.
La labor presidencial de Pascual Baburizza al frente de la DNY se extendió hasta el año 1922. Sin embargo, su gran aporte económico se extendió hasta el año 1939, año en que comenzó la Segunda Guerra Mundial.
Pero, además de lo económico, Baburizza apoyó de manera independiente la difusion del Archivo de la Defensa Nacional Yugoslava en Sudamérica y Abecé, dos medios de prensa encargados de difundir las ideas yugoslavistas.
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